En este corto hemos pretendido visibilizar la situación de la mujer en la sociedad actual. Para ello, hemos intentado crear un ambiente en el que el espectador pueda ponerse en la piel de la protagonista, sentir con ella la desesperación y la angustia al verse frenada, obstaculizada, dirigida y violentada por el sistema patriarcal.

No queremos transmitir una sensación de aceptación del papel de víctima de la mujer, pero sí hemos querido incidir en esta realidad en contraposición a las muchas voces que afirman que el machismo es un problema del pasado y que actualmente existe igualdad, por lo que la lucha feminista es innecesaria.

A día de hoy asistimos a situaciones como la del fallo del mediático juicio de “La Manada”, que hacen más que evidente la necesidad de una lucha feminista que visibilice las situaciones de injusticia y la opresión a la que están sometidas las mujeres en todo el mundo.

El corto es una reflexión acerca de la violencia estructural que día a día viven las mujeres en el rol que la sociedad les da, tomando como hilo conductor y como elemento comparativo el desarrollo vital y social de dos seres humanos: un hombre y una mujer.

El título del corto responde a una visión trasversal de esta situación de opresión. Ya en la antigua Grecia, las habitantes de la ciudad de Carias fueron esclavizadas y sometidas, y se les obligó a transportar pesadas cargas. Tras esto, se comenzaron a esculpir cariátides en lugar de las columnas típicamente griegas, para representar la condena eterna a aguantar el peso del templo.

Aquí les ofrecemos el enlace del vídeo: